lunes, 6 de junio de 2011

Feliz Último 7

Este tiene un directo destinatario, francamente no creo que lo lea, pero vale la pena.

Pedazos de cielo, montañas de palabras rosadas, todas rosadas pintadas para mi otras más exageradamente rosadas pintadas por mi. Lluvia de ideas convertidas en sueños, planes sin aspiraciones porque así lo sentimos, así lo queríamos. Mares de sonidos compartidos, los más pobres sonidos convertidos en debate, en análisis en filosofía, en atmósfera y hasta en aire para respirar los dos. chocolates y carcajadas para endulzarnos los miedos, colores en la ropa para pintar las sombras y precariamente mantenernos vivos. Historias y verdades, la más bonita de todas las amistades. Si que supimos construir sobre los escombros, si que salimos varias veces entre el fango, si que te creí todas las palabras rosadas y dejé pasar las incoloras, me tragué sin masticar las palabras amargas.

Llovió tan duro sobre el “Master Plan” , cayeron demonios y culpas, pedazos de cielo tan negros y tan difíciles de barrer. Herían el alma los fantasmas indolentes de errores moribundos, tocaron directamente el corazón las pesadillas entrometidas que se materializaron con el tiempo y con la fuerza del miedo displicente, maldito miedo displicente.

Me parece que llovió casi siempre, veo el cielo gris cuando cierro los ojos para recordarte, los días bonitos eran pequeños respiros entre el aguacero, me mantuve en pie gracias a ellos, pero fueron cuotas pequeñas de algo bueno.

Y bueno, me quedé esperando la calma después de la tormenta, al menos no llegó la que esperaba, no llegó como esperaba. No fue fácil tirar por una alcantarilla las palabras, los dulces, los mensajes, las frases, las canciones, enero, los historiales, los videos, los chistes, las cosquillas, las noches, los besos, los proyectos, los cuentos, los sueños, las lágrimas, los cigarros con cerveza y el té helado; pero se pudo aún cuando rebosaron las tuberías y causaron más de un desastre,ya se fueron, ya está todo limpio otra vez. Capáz tenías razón… o no, al final quisiste tener la nefasta y dolorosa razón, te la regalo con amor muy sincero (no hay sacasmo acá)
. Tuviste entonces toda la razón, ese debe ser tu aliciente y fuente de energía para continuar, aplaudo tu fuente de energía, tu transporte, tu gasolina y la velocidad a la que vas.

Y entonces la nube se quedó de mi lado. Como normalmente sucede, llovió incesantemente por unos días hasta que llegó el sol y tuve el valor de escribir algo que por mucho que me hubiera inspirado, llenó sólo una hoja, con espacio quizá para otro párrafo, pero que más da, las cosas malas nunca ha tenido espacio en mis memorias. No es que fueras mi escampadero, es que fuiste una lluviesita pasajera, viajás fácilmente y te posás en otros lugares, culpa tuya digo yo. Gracias por la lluvia, me dejaste muchas cosas que no tenia, pero no tienen utilidad alguna. Dejaste cuatro cosas buenas, dos de ellas son objetos, la otra tiene sentimiento y la otra tiene varias partes y tiene vida.

Por esas cuatro cosas y por vos, claro:
Feliz 7 :) merece ser conmemorado con cariño, pero por ultima vez.

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