miércoles, 21 de marzo de 2012

Animosidad a Sus Anchas.




Hoy es uno de tantos días en los que el último recurso del egoísmo sale a relucir con su mitad hipócrita y la otra sincera: " no estás tan mal como esos niños en África, como esas personas junto al río, como los adormilados en cualquier andén de la calle".

El cansancio de la lucha idealista aveces pesa más por el resentimiento que por los obstáculos mismos y ese peso no permite dar un paso atrás, pero en la más dolorosa de las situaciones, no permite avanzar. La injusticia se nos reparte hasta en granos de arena.

Dar un paso atrás sería darle más cadena a a ese egoísmo, sería andar disfrazado de payaso consiguiendo el dinero para comprarse las toneladas de pintura roja que van a dibujar de por vida la sonrisa social y claro, falsa, que nos vamos a poner en cada foto que subimos a Facebook diciendo: "Soy feliz".

Llega la gente a morirse de esa forma y me parece que una muerte esclava de alma es más dolorosa que morir quemado, ahogado o agonizando por el dolor de un cuchillo clavado en el pecho.

Por esa razón, hoy no he ido a trabajar, me he permitido el sentimiento de infinita vagancia y cinismo, me doy el resentimiento como excusa para hacer nada o hacer lo que se me de la gana (nada). Vale por una vez, por todo lo que se ha luchado con sinceridad y todo lo que no se ha logrado, tengo derecho a rendirme por un día y justificarme con este escrito insulso. ¿Por qué?- Cumplir o no hoy con mi deber no me va cambiar la situación económica que desde la semana pasada es nula, no me va a quitar de encima el problema familiar que apareció ayer a burlarse de todo lo que mi mamá ha luchado, ni va a tapar los agujeros sentimentales que tanto quiere evitar uno cuando está construyendo algo.

Que el esquema social caiga sobre mi y me diga que soy una cobarde, facilista y de nuevo: RESENTIDA, me va a dar igual. Y si mañana me levanto y conquisto el mundo, me gano unos muchos pesos y los problemas desaparecen, me va a seguir dando igual, porque la cara sincera de ese pensamiento sobre la basura que aqueja a este mundo, va a salir a relucir con cada momento reflexivo de mi vida. Feliz insulsa rutina.

Pues, que es en serio lo de quedarme en casa:



miércoles, 28 de diciembre de 2011

¿Qué?

¿Qué puede uno decir que abarque tantos años con tantos reblujos dentro?

¿Qué es oportuno expresar sin redundar? Cualquier cosa sería como decirle a mi mamá, que es mi mamá.

Y más me inquieta preguntarme ¿Cómo escribir algo sin ser tan cursi? ¿Cómo no ser cursi sin ser indelicado con algo que por tanto tiempo fue sagrado?

Supongo que sería útil comenzar por despejar la incógnita pública, la que siempre cuestionaba si había o no amor tras siete años de relación. Pues es que no era una relación. Haber sobrevivido nuestras adolescencias, las crisis existenciales de la adultez joven, las etapas reprimidas y las entradas a la universidad; Fueron la prueba de un sentimiento, que más que apasionado e intenso, llegó a pulirse y a ser corpulento y autónomo porque se forjó con cada sospecha de embarazo, con cada fiesta en la que a regañadientes bailamos, con cada vez que nos escapamos detrás de una puerta, con cada borrachera que nos cuidamos, con cada espera en el sofá hasta las 4 de la mañana, con las veces que nos convencimos mutuamente de dejar un trabajo. Con cada velada bebiendo tragos baratos encerrados en la habitación aprendiendo a fumar y cantando “Promises” a pulmón herido. Se forjó a punta de regalos manuales, escritos cursis, borradores de canciones, proyectos a medio empezar, dinero ganado entre los dos, con peleas que lo que hacían era enamorarnos más, con esa obsesión por la música y la lectura de libros incomprensibles.

No necesitábamos conocernos un poquito más, los defectos del otro nos parecían graciosos y nos enamoramos de esos con ira: descubrimos un sentimiento nuevo. Nuestras mejores cualidades nos fastidiaban a veces, como su sentido excesivo del humor que no dejaba ver televisión y hacía estresante ir a cine; O como mi elocuencia y manejo de la palabra que todo lo manipulaba, lo corregía o le quitaba la gracia.

¿Qué cosa concreta puede uno decir? Me estoy viendo en un recorrido de cosas íntimas que no están pintando el noviazgo perfecto, ni están describiendo uno diferente, pero es que no se me ocurre una forma que se salve más de redundar.

Después de perder la cuenta de nuestras rupturas y de las veces que dijimos que deseábamos con el alma no sentir amor para poder seguir adelante; Creo que no puedo agregar nada que no tenga que ver con el pasado, porque ésta última vez, sólo me senté al otro lado de la calle para verte pasar por una vitrina no sintiendo nada cuando cada calle de la ciudad te grita relatos de nuestras caminatas, te vi ignorando que cada rincón de tu casa tiene una huella mía y que incluso tu familia tenía algo mío (dichos, regalos, contactos), te escuché prostituyendo las canciones que no podrían ser para nadie más que para mi y no necesitándome cuando te enfermaste, cuando terminaste una canción, cuando quisiste comprar ropa o cuando no sabías tomar una decisión.

¿Qué puedo agregar que no suene a reproche como el párrafo anterior? Sólo que gracias a todos esos años, pude creer con certeza una sola cosa sobre el amor: para mi crece, se engorda y madura, hasta que ya no necesita tantos cuidados. Nunca me ha parecido que es un ciclo, que a los 360º encuentra lo que su trasero dejó a su paso y debe acabarse porque está descompuesto. No, será por eso que sigo sentimentalmente estancada, porque en este caso debía morirse y me atrevo a decir que ese ente casi autónomo, decidido, maduro y fuerte que criamos, no ha sido asesinado definitivamente y un inmenso porcentaje de él anda por ahí flotando, huérfano, esperando a que vos tengás el valor de volver o de matarlo de frente, porque nunca siquiera le has hecho un atentado. Tu cobardía, que a nadie sorprende dejó, durante todos estos meses, agonizando a algo que necesita y se merece una muerte digna, no por la espalda y que no deje duda o posibilidad de revivir jamás.

***

N.D.E: (Siempre quise poder usar eso)

Desde ya estoy matando cualquier valor literario que precariamente pudiera tener esta publicación, pero gracias a la falta de comprensión de lectura que aqueja a muchos, a uno se le hace necesario recalcar que lo anterior, no es un acto de ruego o un intento de regreso (ni mis sueños más drogados lo serían) Todo para mí es materia prima y más aún si los recuerdos y los sentimientos son míos, hacen más mías mis creaciones que, a veces, pecan de ridículas e insisto, de redundantes.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Yo no podría describir con exactitud los regalos que descansaron alegremente empacados bajo el arbolito de navidad enano que teníamos en esos tiempos. Pero recuerdo esa característica particular de ese simpático matorralsito al que le cabían 5 bolas de navidad y media extensión de lucecitas. Medía 1 metro con 20cm, pero ciertos regalos se veían gigantes ante él y eso lo hacía todo más emocionante. La alegría de esos días la recuerdo con sólo quererlo un poquito, ni siquiera tengo que cerrar los ojos y ya escucho la salsa que tanto amaba escuchar mi papá y la música llanera de su amigo que cantaba como con la naríz y repetía: “…aunque tengo mil defectos, no soy el hombre perfecto, yo tampoco soy normal, que pesar..” (eso entendía yo de la letra)

Es difícil, por esos recuerdos, no aferrarse a celebrar ante un montón de decoraciones que ya casi no tienen que ver con lo que en realidad e históricamente es la navidad. Para mi es imposible no alegrarme cuando llegan las doce y destapar con cara de ponqué los regalos que ya sabía que mi mamá tenía para mí o mostrar un asombro tan falso como sincero cuando veo el regalo de mi sobrina, que yo misma empaqué, y su carita de ilusión. No lo abandono por mucho que me sé sumida, por estos días, en el consumismo, porque estoy haciendo sagrado ese ritual de alegría y sonrisas que mi papá celebró sin falta cada año. Aprendí de él ese alboroto y se me quedó grabada la sonrisa (tan falsa como sincera) que se le dibujaba gigante bajo el bigote “escobudo” que casi nunca se quitaba.

Y es que si no lo hacemos, si no lo hago, me voy a aferrar estúpida y terca a todas las cosas malas que han sabido pasar por acá, como ese viajesito que le dio por hacer hace 17 años y del que no regresó. Se fue un 27 de Noviembre dejándonos sin saber cómo celebrar esa navidad, o mas bien sin ganas de hacerlo varios años después.

Después pude copiar, casi con exactitud, cada cosa tonta que le gustaba colgar, cada canción chabacana que le gustaba poner, bailar hasta una sinfonía y la carcajada estridente que soltaba para todo.

Lo haré este año por mucho que se fueron de aquí personas importantes, pasaron por esta misma calle gentes sin un poquito de tacto, respeto o ganas de dejar una huella de algún color clarito. Lo voy a hacer al doble, al triple y me voy a tomar unos tragos dolidos, pero amables, por todos esos nombres borrosos y en nombre, como siempre, de mi apá. Voy a brindar porque no importa cuántas veces dije que este año había sido “una mierda”, esos sucesos y ese desfile de personas sin cara no son nada comparado con mi recuerdo del arbolito menudo y la idea de que éste año es mi sonrisa y mi alboroto el que va contagiar a mi familia y a los que se quieran quedar en la fiesta.

¡Felices fiestas pues! Que se emborrachen y bailen hasta el otro día, habría dicho mi papá.

lunes, 18 de julio de 2011

En el andén



Me parece que siempre hemos estado en el mismo andén, de la misma calle, pero ya lejos de la esquina en la que emepezamos ese día que casi con palabras textuales decidimos quedarnos juntas ahí.

Volteo a mirar y en la otra esquina veo a dos peladitas disfrutando la vida, luego las veo compartiendo cosas importantes y en algunos momentos pasandola muy mal. Pero siempre juntas, siempre recibiendo con una sonrisa a todo el que pasa y lo que les pasa, siempre despidiendolos con una lágrima sincera.

Pero puedo notar que con el pasar del tiempo se han ido acostumbrando a ver la gente pasar, ya se saben de memoria como la gente viene y va. Pero la parte sobresaliente es como recuperan la sonrisa, como estando siempre juntas han aprendido que el dolor de esa gente que decidió pasar rápidamente o irse sin despedirse, se irá con el tiempo, será otro en el largo historial de procesos.

Todo siempre está bien, todo siempre termina bien. Mirá el proceso y como siempre vuelven al andén, más fuertes que nunca, perdiendose y recuperandose a si mismas.
Vos y yo en un andén viendo a la gente pasar, la gente y sus cosas siempre viene y va, viene y va.

Desde siempre, durante todo este tiempo y para siempre, no te lo estoy prometiendo porque ya sabés que eso es cierto, sabiendo también cuando y cuanto miento.

lunes, 6 de junio de 2011

Feliz Último 7

Este tiene un directo destinatario, francamente no creo que lo lea, pero vale la pena.

Pedazos de cielo, montañas de palabras rosadas, todas rosadas pintadas para mi otras más exageradamente rosadas pintadas por mi. Lluvia de ideas convertidas en sueños, planes sin aspiraciones porque así lo sentimos, así lo queríamos. Mares de sonidos compartidos, los más pobres sonidos convertidos en debate, en análisis en filosofía, en atmósfera y hasta en aire para respirar los dos. chocolates y carcajadas para endulzarnos los miedos, colores en la ropa para pintar las sombras y precariamente mantenernos vivos. Historias y verdades, la más bonita de todas las amistades. Si que supimos construir sobre los escombros, si que salimos varias veces entre el fango, si que te creí todas las palabras rosadas y dejé pasar las incoloras, me tragué sin masticar las palabras amargas.

Llovió tan duro sobre el “Master Plan” , cayeron demonios y culpas, pedazos de cielo tan negros y tan difíciles de barrer. Herían el alma los fantasmas indolentes de errores moribundos, tocaron directamente el corazón las pesadillas entrometidas que se materializaron con el tiempo y con la fuerza del miedo displicente, maldito miedo displicente.

Me parece que llovió casi siempre, veo el cielo gris cuando cierro los ojos para recordarte, los días bonitos eran pequeños respiros entre el aguacero, me mantuve en pie gracias a ellos, pero fueron cuotas pequeñas de algo bueno.

Y bueno, me quedé esperando la calma después de la tormenta, al menos no llegó la que esperaba, no llegó como esperaba. No fue fácil tirar por una alcantarilla las palabras, los dulces, los mensajes, las frases, las canciones, enero, los historiales, los videos, los chistes, las cosquillas, las noches, los besos, los proyectos, los cuentos, los sueños, las lágrimas, los cigarros con cerveza y el té helado; pero se pudo aún cuando rebosaron las tuberías y causaron más de un desastre,ya se fueron, ya está todo limpio otra vez. Capáz tenías razón… o no, al final quisiste tener la nefasta y dolorosa razón, te la regalo con amor muy sincero (no hay sacasmo acá)
. Tuviste entonces toda la razón, ese debe ser tu aliciente y fuente de energía para continuar, aplaudo tu fuente de energía, tu transporte, tu gasolina y la velocidad a la que vas.

Y entonces la nube se quedó de mi lado. Como normalmente sucede, llovió incesantemente por unos días hasta que llegó el sol y tuve el valor de escribir algo que por mucho que me hubiera inspirado, llenó sólo una hoja, con espacio quizá para otro párrafo, pero que más da, las cosas malas nunca ha tenido espacio en mis memorias. No es que fueras mi escampadero, es que fuiste una lluviesita pasajera, viajás fácilmente y te posás en otros lugares, culpa tuya digo yo. Gracias por la lluvia, me dejaste muchas cosas que no tenia, pero no tienen utilidad alguna. Dejaste cuatro cosas buenas, dos de ellas son objetos, la otra tiene sentimiento y la otra tiene varias partes y tiene vida.

Por esas cuatro cosas y por vos, claro:
Feliz 7 :) merece ser conmemorado con cariño, pero por ultima vez.

domingo, 3 de abril de 2011

una colección de máscaras y una maleta.

Un escrito existencialista, el más bajo escalón de la ridiculez Alexandriana. Es lo siguiente una metáfora tonta, lo es incluso éste preámbulo, uno escribe y ya...

Se tiene siempre una maleta hecha, lo que va empacado en ella es vital, no se sabe bien que podría ser tan necesario para irse algún día y dejarlo todo, pero la maleta permanece siempre bajo la cama. Muchas veces me tiré al suelo a contemplarla, otras veces metí la mano sin siquiera ponerme de rodillas y la saqué de un halón, llegué hasta la puerta y me devolví para ponerla en su lugar. Nunca se deshace la maleta.

Se tiene acomodada toda una colección de máscaras en alguna pared oculta de la habitación. Cada una de ellas es, claro, para un personaje distinto, tan bien construido, tan elaborado y tan interiorizado que ni las leyes de Stanislavski podrían superar. Se nos han vuelto tan indispensables que tienen orden y lugar como la ropa que usamos.

Somos un personaje cívico que encaja en el clima y las costumbres del lugar en el que nacimos.

Somos un personaje amable y paciente que tiene una sonrisa impecable e interminable para brindar a todos.

Tenemos la personalidad de un intelectual que sabe escuchar, que lee con atención y que da opiniones interesantes cada 5 minutos.

Nos sabemos de sobra al ogro malencarado que vomita verdades sin pensarlo y sin que le pique la culpa, somos los primeros de la fila, los que tienen el puño listo y el entrecejo trabado.

Somos depresivos, derrotistas, negativos, vengativos y sombríos.

Somos positivos, alegrones y alegres, somos diligentes, pacientes y amorosos.

Hemos sido, además, una que otra cosa más puntual. Una personalidad admirable, un gusto exquisito que no tienen todos, el gusto común que nos unifica con todos, rosa, verde fluorecente, amarillo, negro, rojo. Prejuiciosos y moralistas, irreverentes y descuidados, Intolerantes, desprendidos, idealistas, indolentes, mentirosos, tan mentirosos, tan falsos, tan admirables actores.

Fuimos en algún momento lo que en realidad somos, estuvimos desnudos en algún punto avanzado de nuestras vidas, sin ropa, sin máscaras, sin tintes seleccionados y aplicados a conveniencia y nos pesó o muy al contrario nos aburrimos de sentirnos tan livianos. Nos dio por ir a vestirnos de televisión y vallas publicitarias y nos fuimos por el camino de la amplia alacena que exhibe alternativas.

Nos hemos puesto tantas máscaras, que cada vez que alguna no funciona nos desubicamos. vamos a buscar la maleta, nos hemos acostado al borde de la cama para asomarnos y poder verla, tal vez lo que haya dentro de la maleta es la desnudez que perdimos, por eso nunca terminamos atravesando la puerta y usar lo que hay en la maleta. ¿Por qué estar livianos en un mundo de toneladas camaleónicas de vida?

Liviano, sentirse liviano. ¿A qué vendrá todo ese insomnio, todo ese stress, toda esa ansiedad que no controlamos ni en el baño?. Podría afirmarse que alguna máscara se alimentó demasiado de los aciertos y los elogios y se hizo más pesada y un día se nos olvidó que la teníamos puesta y nos obligamos a no mirar bajo la cama por mucho que quisiéramos. Comodidad o conformismo, eso no tiene nada de verdad.

Hace un tiempo me dio por meter la mano bajo la cama, saqué la maleta y la abrí. Descubrí entonces que lo difícil no es decidir si arrastrarla hasta afuera y tampoco lo es abrirla. Lo realmente difícil es saber usar, lucir y conservar lo que hay en ella, desvestirse nunca fue tan delicado.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Y ahí va KHYMERAH...


Tengo un unos amigos que tienen una banda. Testarudos todos, se pasan de apasionados y trascendentales y aman el rock por encima de muchas cosas. Son talentosos, talentosísimos, tanto que uno a veces no entiende cómo de esas cabecitas tan tercas salen canciones tan bien hechas.

Lo más gracioso del asunto es que no tocan un rock cualquiera, decidieron tomar un camino bien difícil, lo que ya se entiende desde que se decide ser rockero en Colombia, ¡EN CALI!; tocan power metal. Y¿ qué diantres es el power metal? un subgénero del metal, que para que no haya confusiones, se llama más específicamente Euro Power Metal. Es un estilo de metal que nació y se desarrolló principalmente en Europa, tiene por característica ser rápido, más no pesado, usan voces muy estilizadas (señores que cantan como imitando cantantes de ópera, pero con voz de hombre... ¡AGHHH! ¡WIKIPEDIA!), la cosa es que es más melódico que el resto de los subgéneros metaleros y por esa razón la ejecución de los instrumentos es un poco más difícil.

Algo que nació y creció en Europa está claramente influenciado por componentes de una cultura que poco tiene que ver con la nuestra, pero que sin embargo, ha logrado posarse en todo américa encontrando seguidores. Sigue teniendo dificultades el Euro Power en este lado del mundo, para no explicar demasiado y no entrar mucho en discusiones, les voy a decir, nada más, que esos obstáculos incluso cuestionan cosas de nuestra cultura antigua, nos cuestiona los antepasados, la crianza, la sangre, la raza y otro poco de bobadas.

Pero ahí está, KHYMERAH lleva casi 8 años tocando. Bueno, no siempre fueron Power Metal, pero gran parte de esos años lo han sido y no parecen querer cambiarse. ¡8 años! llenos de sudor y ganas de apagar los amplificadores y de volver a encenderlos porque no vale la pena tirar semejante joya a la basura, vaya y a otro le de por recogerla. Se quieren mucho esos muchachos, tienen un ideal en común y una fé que se le contagia a cualquiera. Las historias detrás de ellos son más que increíbles y están presentes sólo por esa fuerza en la lucha de la que tanto hablan en sus canciones.

Pero si les preguntás, ellos no son Power, dicen que están influenciados, pero a estas alturas de la vida han esculcado tanto en los elementos de la música que ya van como por un Heavy-power-progressivo-no se que más. Pero suena bien, muy bien y ellos, se ven mejor aún.


Photobucket

Ahí van, viento en popa como dicen por ahí, como montados en un tren, se han encontrado con fans silenciosos y con empresarios que se enamoraron de su trabajo. Le abrieron a Saratoga en Pereira, han tocado cientos de festivales, tocarán en la Cruzada del Fuego este 18 de octubre y han tocado y tocarán corazones porque tienen unas líricas del carajo.

Y si, lo digo porque son mis amigos, pero lo digo más porque uno no puede negar algo tan bien hecho, gracias a Dios terminé juntandome con LOS MEJORES y puedo escribir como lo hago ahora. Los invito a que lean y escucuchen aunque sea un poquito de estos pela'os, que están por lanzar el album y trae esas canciones vueltas una obra maestra.